Calle desierta, sol de media tarde
Aceras desdentadas, de baldosas huérfanas
Cuesta arriba esperando el tranvía
Lisboa en el paladar
Cuando morir no es tan fácil
Cuando miramos sin ver
tan solo una luz blanca
Y tu nombre entre todos
El amor es cuestión de azar
Desde una isla volcánica
Ginghina para olvidar
Y así un árbol, un hombre
Un niño grande, campesino
Digno nieto de su abuelo
Filósofo sin quererlo
De historias un maestro
Para Don José Saramago
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