viernes, 29 de julio de 2011

Brigitte

Vamos a ser malas, vamos a ponernos gatitas. Bailemos elegantemente, labios de intenso carmín. Murmurar frases en francés y balancear las caderas. Hagamos de esta nuestra canción del verano, ptites filles...  
Allez, danse danse autour de moi

lunes, 25 de julio de 2011

Nos vamos de viaje

Érase una vez un Quijote viajero que, sin Rocinante ni escudero, partió a la aventura en busca de otros mundos. Navegó, rodó, anduvo; no osó a volar. Entre cumbias y boleros encontró a su Dulcinea y, amarraditos a la cintura, decidieron cumplir sus sueños.
Hoy les despedimos. 13 meses de experiencias, idas y venidas. Solo el saber lo felices que seréis nos llena vuestra ausencia.  BON VOYAGE MES AMIS!!


viernes, 22 de julio de 2011

Relatos de verano. La caja. III


Amaneció el pueblo con sus primeras melodías. Los gallos cantando, el pastor de camino al campo, la furgoneta del panadero. El sol cosquilleó el rostro de Violeta. Se restregó los ojos, desperezándose tras una noche fría y triste. La luz le traía nuevas energías. Era hora de ponerse en marcha. Fue abriendo estancias y ventanas, asustando el olor a cerrado y viejo. Bajó al rellano en busca de las bolsas que había traído: comida, productos de limpieza y trapos. Preparó un café, se cambió de ropa y se puso en faena. Primero, el aseo y la cocina. Al acabar la mañana, el salón también estaba presentable y pudo tomar una ducha. Abrió unas latillas, comió algo y se echó en el sofá. Incluso la tele seguía funcionando. Era como si la casa hubiera hibernado a la espera de ser despertada. Todo en su sitio. Un aparador con el ajuar y los tesoros de una vida.  Su abuela había sido una mujer pulcra y ordenada. Le gustaba organizar cajones, guardar recuerdos en cajas, cajitas y bahúles debidamente etiquetados; años, lugares, personas. Como si no se fiase de su memoria, como si quisiera que alguien las encontrara. Violeta pasó la tarde viendo fotos, recortes, recordatorios de boda y defunción. Dientes de leche, mechones de pelo, reliquias de niños que dejaron de serlo. Vidas que fueron y ya no eran...
 Continuará

miércoles, 20 de julio de 2011

relatos de verano. La caja. Parte II


Cuando los padres de Violeta también faltaron, tuvo que hacerse cargo de lo poco que quedaba de la casita del pueblo. Era el puente del Pilar y, sin más plan por delante, decidió subir a pasar unos días y dejarlo todo arreglado; limpiar la casa, salvar lo más decente, vender las tierras y olvidarse por un tiempo de ese lugar en el mundo que no sentía como suyo.  Cargó el coche con lo necesario y condujo por carreteras secundarias.
Al llegar, los recuerdos la sorprendieron como niño que juega al escondite. El aroma a  pimientos asados, los visillos en las ventanas, los perros pulgosos. Y el portalón de madera pintado de verde. No necesitó llave alguna; su abuelo le había enseñado a abrir la puerta forzando un poco la manilla. Entró. Miró. El corazón le vino a la boca. Y lloró a sus yayos, a la niña que fue, a sus padres, al perrillo que tuvo de cría. Lloró por no haber sabido disfrutar de lo que creía era suyo y le habían quitado. Deshojada como una margarita, ya nadie la quería.
Aquella noche no tuvo fuerzas para más. Subió a la alcoba principal, se tapó con una toalla y durmió abrazada a la almohada. Sola en sus recuerdos, con sus fantasmas.

martes, 19 de julio de 2011

Relatos de verano. La caja. Parte I


Para Violeta, el recuerdo de sus abuelos se reducía a aquellos veranos de primera infancia que pasaba en la casa del pueblo. La abuela Paquita con su mandil de volantes preparando guisos; el abuelo José  en la huerta cuidando de sus tomates y borrajas.  Una vida sencilla hecha de rutinas y silencios. Tardes a la fresca en el patio; partida de dominó y novela radiada. Domingos de misa y vermú de hombres. Era como si su existencia fuera un decorado costumbrista, un lienzo colgado en un salón de muebles castellanos.  Los yayos siempre fueron viejos, creía ella. Desde el principio de sus tiempos, desde que Violeta recordaba.
Primero se fue la abuela Paquita, una noche no despertó. El abuelo José se volvió más taciturno si eso fuera posible. De la huerta a casa. Una vecina le hacía las faenas y le preparaba la comida. Mamá iba casi todos los fines de semana a dar una vuelta por la casa y rellenar la despensa. Al llegar el otoño, el yayo partió en busca de su Paquita. No hubo lloros; los viejos son viejos y les llega su hora. Ley de vida. Al principio, aún bajaban algunos veranos pero, cuando Violeta fue creciendo, perdieron el interés por el pueblo y la casa se cerró. Bajo llave quedaron vidas y recuerdos durante años. Durmieron en cajas de Colacao fotos, cartas, retales de historia familiar desconocida.
Cuando los padres de Violeta también faltaron, tuvo que hacerse cargo de lo poco que quedaba de la casita del pueblo…

Continuará

lunes, 18 de julio de 2011

Too fake

Señoras con vuitones y camiseta de mercadillo. Truchis, touses, dulce gabana.
Besos al aire para no dejar huella. Cariño, corazón, aunque no te conozca.
Me gusta su fesibuk, te leo en tuiter, cómo mola tu blog. ¿Me sigues?
Falsas tetas, falsos morros, falsas melenas. Falsa belleza caduca.
Nada es real, todo es mentira.
LIFE IS TOO FAKE FOR ME


miércoles, 13 de julio de 2011

Violeta Vil


Morena y Rubia. Gótica sonrisa isleña. Misteriosas melodías acuáticas en un desierto nocturno.
Las Violeta Vil, dos chicas con mucho que sonar desde este lado del Ebro, nos adelantan dos temas de su próximo trabajo: Toronjil y Paso Selvático. Dulce aperitivo a la espera de sus directos.
Cierra los ojos, dibuja un escenario perfecto y sumérgete en su espiral. Música para inventar otro yo.


lunes, 11 de julio de 2011

La chanson

Ayer por la noche soñé, que cantante poppy era
Cálida voz en fiesta veraniega
Chanson y Gainsbourg entonaba
Tú me retratabas

Susurraba, melódica armonía
Escuchaban mis melodías

Ayer por la noche desperté
Ya nada se oía

viernes, 8 de julio de 2011

El escaparate

A veces, la vida es un escaparate. Dispuesto ante nuestros ojos vemos aquello que anhelamos ser: nuestra propia vida. Tan cercana que podrías tocarla, pero insípida, inodora, intocable. Construímos un muro imaginario para no permitirnos ser lo que queremos ser. Contruímos ladrillos hechos de miedo, angustias, complejos, inseguridades, recelos ... Nos conformamos con mirar el reflejo de nuestro YO.
En mi escaparate hay libros sin escribir, poemas sin rimar, dibujos sin colorear, bordados sin pespuntar. Viajes en una mochila, rabia adolescente caducada, Palabras dormidas, Caricias asustadas. Mi reflejo aumentado, magnificado.
Nos falta valor para cruzar esa puerta que nos lleve al otro lado del escaparate. Dispuestos a ser dueños de nuestros sueños.

¿Qué hay en vuestro escaparate?
¿ Teneís el valor de cruzar el umbral?

jueves, 7 de julio de 2011

La niña bohemia

La niña bohemia desayuna fanta 
Se ducha con leche de cabra
Tiene vestidos de lunares, 
Horquillas de colores,
Zapatitos de cristal

La niña bohemia sueña poemas
Acordes de guitarra clásica
Amores de playa caribeña
Óleos de oro y plata

La niña bohemia será mujer artista
De un circo primera equilibrista
 Musa de un pintor colorista
Reiona de mis noches y días

lunes, 4 de julio de 2011

conocerse, tolerarse, quererse

Mirarte en el espejo y reconciliarte con tu reflejo.Aceptar que no eres la que fuiste, la que quisiste ser. Tolerar todos tus defectos, aprender a querelos. Reunir pedacitos y componerlos sobre unos tacones. Salir a la calle orgullosa del resultado. 

CONOCERSE, TOLERARSE, QUERERSE

viernes, 1 de julio de 2011

Vacaciones Santillana

El 1 de julio huele a libertad, a planes relajados, a nuevas experiencias. A familia, amigos, amor.
El día más alegre del año huele a ... ¡Vacaciones Santillana!