miércoles, 16 de octubre de 2013

Mujeres: Frida Kahlo


Frida Kahlo. Espalda rota

Rota en su eje, una espada clavada
Mártir de dolor heredado
La artista vomita la guadaña
Sueña alas de mariposa,
Soltar lastre, ligera
Ser, no estar
Sentir, no sufrir
Volar, correr, retozar
Se hace mujer en lienzos,
Se dibuja imperfecta, 
Bella velluda,
Mejicana, pachamama

Postrada en cama,
A su mal atada
Quiere ser algo más
Vivir mucho más
Morir y ser admirada
Como un Cid sus cuadros
De ella hablarán
Más allá, en el mañana

jueves, 10 de octubre de 2013

Mujeres: Fantine




... Temblorosa me tendió sus manos. Manos cuarteadas de frío y lejía, de frotar casas ajenas. Uñas rotas, viudas de color, de calor. Quise adivinar en su mirada ecos de juventud. Sin edad para arrugarse, sus ojos cargaban años, más que los contados, los vividos, los vistos. 
Y supe que amó. Que soñó con el calor del hogar, con unos brazos en los que descansar. Hasta que despertó. Y se vio con un bebé en brazos. Sus noches se llenaron de llantos. Lágrimas de desamor, de penurias, de una niña hambrienta, aferrada a un pecho seco. Ser madre fue su sol. Olvidó quién fue y cómo llegó a ser lo que es. Miserable.
Esa que ves doliente en su lecho de muerte. Esa de pelo ralo y boca sin dientes. Esa, rosa de París tuvo por único delito ser inocente. Ser mujer.

Fantine

domingo, 6 de octubre de 2013

El misántropo

Brueghel. El misántropo


Huraño, vestido de tinieblas. 
El misántropo se aburre. 
Estudio todos los métodos, leyó a todos los libros, aprendió costura, cocina, caligrafía y canto gregoriano.
El misántropo se aburre
Mira receloso por la mirilla. Imagina otros mundos tras el umbral.
Enfundado en su batamanta, el misántropo sale a la calle. Elige mal día. Es verano. Hace calor.
Su retina se llena de imágenes nuevas. Sus naricillas de aire fresco y olores limpios.
El misántropo en libertad.
Embriagado por el espacio infinito, corre, salta, grita, baila. Saluda a todo el que pasa a su lado. Se lanza a sus brazos.
Todos huyen.
Recuerda entonces porqué un día se volvió huraño. El rechazo, la burla, aquel rincón del patio.
Recoge sus sonrisas y vuelve a casa.
Cuando llega, se da cuenta de que se dejó las llaves. No puede entrar. Sumido en la angustia se deshace en lamentos.
Al día siguiente, la limpiadora encontró junto a la puerta una enorme manta y un puñadito de pasas sultanas.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Matemática maternal

Cuando el otoño llega, 
Cuando se apaga el calor
A mi niña bella
Un poema le hago yo

Y en pocos versos
Y mucho amor
Decirte que la quiero
Es ardua labor

Tres añitos, 
tres soles,
Tres calendarios,
Tres tartas,
Tres piñatas

Ser tu madre no es matemáticas
No hay ciencia que abarque el amor
Tus manos, tu risa clara
Tus abrazos, tu olor


À ma cocotte. Bon anniversaire!







jueves, 19 de septiembre de 2013

La hora bruja


La hora bruja ha llegado
Me sumerjo en tinieblas.
Los monstruos están de mi lado.
Mando callar a las fieras.

De silencios un manto hilvano
Que al alba me proteja.
Rayos de sol son malos
Cuando la pena es negra

No me despiertes, Aurora
Déjame de Morfeo en brazos
Que las sombras me arropan
Se diluye el desengaño

Negra es mi sombra,
Negra está mi alma
Negra, como tus ojos negros
Es tu ausencia en mis entrañas






jueves, 4 de abril de 2013

Desidia

lady desidia

Como una dama de roja capa, me tiñe de escarlata
Se encienden sus colores, se apagan las arañas
Sólo alumbran dos soles, los que ciegan mi alma

En un rincón, como el arpa, duerme el hada
Vacía de magia, perdió su vara
Tampoco tiene lápiz con que hilvanar palabras

Melancólicas, taciturnas, cazando musarañas
Pasan los días, las musas no hablan
Guardan tesoros para faunos, y otros monstruos del alba
De mí, enferma de desidia, ya nadie repara

jueves, 28 de febrero de 2013

La nada

La nada es monstruo que engulle los deseos. La nada tiene formas de diosa Khali. La nada no avisa, se presenta. Sabrás que camina a tu lado cuando no tengas fuerzas para correr. Engulló Fantasía; luchó contra Momo. Es un abismo, un ogro. Una luz que te hará perder. De color gris torna tus sueños, tiñe las lentes de tus anhelos.  Señora poderosa, dulce muerte silenciosa. Se alimenta de musas y risas de bebés.
Vacúnate ante la nada. Sonríe a la tempestad, canta a tus desgracias. Haz un plano de caricias, una girnalda de sonatas. Peina el viento que intenta barrer tu alma. Sueña, ríe, ama. El color está en tus adentros, construye un puente de plata. Por el que sólo llegue lo bueno, por el que el enemigo se vaya.


domingo, 10 de febrero de 2013

Gorrión

nesting bird by Seth Fitts

Gorrión

De tu nido caíste
Mamá no te encontró
Solito en el suelo dormiste
Ala rota te quedó

Gorrión

Sin saber volar, polluelo
El vuelo emprendió
Se equivocó de bandada
Con milanos partió

Gorrión

Aprendiste malas artes
Tornaste depredador
Atacaste a los polluelos
Perdiste el plumón

Gorrión


lunes, 28 de enero de 2013

Deep forest


Cuando en el bosque te adentres, 
Niña de trenzas largas
Mira siempre al frente,
No seas despistada
Que el peligro acecha,
Tu piel se cotiza cara
Eres tesoro de fieras
Bocado de alimañas

Tu madre quedose en casa
Reza por tu alma
Teme la sombra del viento
El susurro de las hadas

Así que huye del lobo
Del hombre del saco, 
Del tragaldabas
Del príncipe azulado,
Del mago barbudo
De quien no te de la mirada
Tu madre quiere vuelvas
Al calor de la llama
Cobijarte en su regazo
Y que no te pase nada






jueves, 17 de enero de 2013

Relatos de invierno. El diario rojo III


Un trazo vacilante, un tanto infantil. Caligrafía de colegio de monjas, de chica de la sección femenina. Era de su madre. La recordó tal y como era en aquellos años. Su olor a lejía y Eau de Rochas. Los ojos pintados de azul. La comida en la mesa y el bocadillo a la salida del cole. Tenía la misma edad que ella ahora y,sin embargo, le parecía tan lejana...
Emocionada y sorprendida, comenzó a leer
"Hija,
Dentro de muchos años, cuando vuelvas a abrir este diario, te encontrarás con esta carta. No se si estaré aún contigo, por eso quiero dejarte estas palabras.
Ojalá tus sueños de niña se cumplan; ojalá conserves la mirada pura y el corazón caliente. Nunca dejes de soñar, mi niña, porque tus ilusiones serán el motor de tu vida. A mi edad, que quizás sea ahora la tuya, ya he visto caer mis castillos de arena. Protege los tuyos, se valiente. Confía en ti misma. Que nunca se te olvide que eres especial
Te quiere
Mamá"
Mariela miró a su madre. A esa señora sentada frente al televisor, de mirada perdida y cuerpo derrotado. Por primera vez la comprendió. Y la quiso como nunca.
Cerró el diario, no sin antes volver a meter la carta donde estaba. Después,  alió de casa de sus padres, rumbo a la papelería. Y compró un diario. Un diario rojo. En la primera hoja escribió
"Querida hija..."

lunes, 14 de enero de 2013

Relatos de invierno: el diario rojo II


Cuando llegó a casa, sus rápidos dedos devoraron el celofán de la envoltura. Olió las hojas, acarició el lomo del diario rojo. Nunca tuvo un perrillo al que acariciar, pero el amor debía ser algo como eso: sentir el tacto del cariño. 
Con boli Bic de tinta azul desvirgaría la blancura del cuaderno y lo haría suyo. Letra redondilla y apretada, código de historias que bailaban en su mente. Y anécdotas. Detalles en los que tan sólo ella reparaba - siempre supo ver más allá de lo evidente- Todo eso u más quedaría registrado en el diario del Cadillac rojo.
Mariela recordaba retales de infancia sentada en la mesa camilla de casa de sus padres, con el diario rojo en el regazo. Lo abrió. Se emocionó al reencontrarse con la niña que fue. Un olor a chicle de fresa y colonia Chispas embriagaba sus recuerdos. De repente, una cata se deslizó de entre las hojas. No recordaba haber guardado nunca nada dentro. La recogió, desplegó y su corazón dio un vuelco.
Aquella letra le era tan familiar...

Continuará

jueves, 10 de enero de 2013

Relatos de invierno: El diario rojo I


Al deshacer las cajas de mudanza, Mariela encontró un pequeño tesoro. Un recuerdo de infancia tan embriagador como la magdalena del escritor francés. Un diario con candado y un Cadillac rojo en la tapa. Aquel que comprara en la papelería de su barrio.
Mariela se crió en un pequeña ciudad de provincias del interior, en un barrio obrero, donde olía a cocido y as señoras bajaban a comprar en pan en bata y rulos. No tenía muchas cosas; tampoco las necesitaba  Debajo de la cama, guardaba sus tesoros. Cajas de zapatos y puros, contenedores de señuelos  Collares de bisutería, un billete de cinco dólares, imperdibles,  cromos, chapas... Encontrados aquí y allá, heredados o regalados. Objetos con alma e historia que sólo le pertenecían a ella. 
El día de su octavo cumpleaños, su tía abuela le dio un billete de quinientas pesetas. Le dijo que se comprara lo que quisiera. Marialea lo tenía muy claro. El objeto de sus deseos estaba expuesto en el escaparate de la papelería de su calle. Un diario. Pero no uno cualquiera. Un cuaderno de tapa dura, cantos dorados y candado con llave.

Continuará

miércoles, 2 de enero de 2013

La joven de la perla


Llega tarde a casa. Antes de abrir la puerta, borra la letra escarlata de su frente.La sonrisa de placer no permitida. El espejo del ascensor le chiva que perdió un pendiente. Maldito él. Estará escondido entre unas sábanas, o debajo de una alfombra, dispuesto a salir a la luz en el momento más inoportuno, a ser encontrado por otra, que no es su dueña. Una perla. Una inocente perla. un pendiente de niña buena. Un regalo de aniversario, quizás. Y se quita la otra con gesto rápido. Hoy hará la cena desnuda de joyas, de te quieros y cariños. Se acostará con ese desconocido con el que comparte edredón e hipoteca. 
Y,  a pesar de todo, seguirá siendo tan pura como la perla que perdió, tan real como el gemido que se la arrancó.