La señorita Josefina trabaja en un colegio muy chulo.
Los niños y las niñas juegan juntos, aprenden juntos. No hay crucifijos en las paredes ni letanías que repetir en mayo. En clase, aprenden poesías, escuchan música, crean, inventan, sueñan, experimentan. Aprenden.
La señorita Josefina es dulce y cariñosa, nos enseña a ser responsables, educados, libres. Porque el saber es libertad, poder para volar. La señorita Josefina escribe bonitos libros, poesías del corazón. Cuando está triste, se acuerda de Ignacio y relee sus cuentos.
Yo, de mayor, quiero ser como la señorita Josefina. Dar y recibir, guiar, aconsejar, ser faro y guía. Amar y ser amada.
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