Recuerdo una foto en casa de mi tío Mariano. Un joven de gafas de culo de vaso con uniforme y cigarro calado en la comisura. A mi no me parecía un militar, nada que ver con las fotos de mi tío Juanito en traje de gala, todo puesto, bigotín perfilado. La cara de Mariano tenía un punto socarrón.
Mi abuela guardaba fotos en una caja de colacao de esas de los negritos. Me encantaba una de mi abuelo muy jovencito, pelito engominado y uniforme. Guapo, muy guapo. El mismo uniforme que su hermano menor.
Nadie me contó hasta que fui mayor, hasta que Mariano murió, que los hermanos eran ceneteros. A uno le quemaron libros, el otro conocío la sombra de Burgos.
Gracias a Lulú on the bridge por recordarme las batallitas de mi tía y de mi abuela, la voz de los que no conocí, las raíces que dieron estos frutos.
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