sábado, 1 de octubre de 2011

Los libros de mi vida: San Manuel bueno, Mártir

Como Manuel, Unamuno contempla el lago de la duda
En la edad ingrata, mientras algunos pasean su vacío agarrados a una copa, alguien puso en mis manos un libro que cambió mi manera de pensar. Mejor aún, me enseñó algo que yo ya sabía. La semilla de la duda plantada dio su fruto y, como Manuel, miré hacia el lago de la existencia pensando qué era yo.
La bondad es un valor universal, más allá de supercherías y dogmas. El vació del infinito está reservado para los valientes. Nosotros, los sin miedo, no osaremos tocar la venda de los más débiles. Velaremos su sueño, obviaremos nuestras verdades.

San Manuel Bueno, mártir.  Un libro para valientes.

Si solo en esta vida esperamos en Cristo, somos los más miserables de los hombres todos.
San Pablo.

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