Me besaste en abril. Llovía. Fue bajo un toldo, esperando que saliera el sol. Tenía frío, te busqué. Me abrazaste. Recuerdo el olor a mojado, tu nariz pecosa. Apenas podía entender lo que me decías; tú tampoco. Una risa nerviosa nos invadía cada vez que queríamos contarnos algo. Fugitivos, nos escondíamos tras el autobús escolar y robábamos segundos al tiempo que nunca tendríamos.
Eran besos de abril, cuando nace la primavera, el primer amor. Los que saben a libertad, a vida que empieza.
Qué recuerdos me ha traído... Qué bonito, cuánto sentimiento... Qué triste me acabo de poner. Maravilloso. Sobre todo porque me ha ayudado a descubrir que, a pesar de todo... Sigo sintiendo. Y por primera vez... Creo que eso es bueno.
ResponderEliminarUn beso
Sentir es estar viva. Y vivir duele...
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