Érase una vez un Quijote viajero que, sin Rocinante ni escudero, partió a la aventura en busca de otros mundos. Navegó, rodó, anduvo; no osó a volar. Entre cumbias y boleros encontró a su Dulcinea y, amarraditos a la cintura, decidieron cumplir sus sueños.
Hoy les despedimos. 13 meses de experiencias, idas y venidas. Solo el saber lo felices que seréis nos llena vuestra ausencia. BON VOYAGE MES AMIS!!
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