jueves, 25 de agosto de 2011

Relatos de verano: La lectora II


Los años llegaban a su vida al ritmo que los estantes de la bibloteca se llenaban. Horas bajo la luz de un flexo, privada de sol y aires fresco la volvieron taciturna y encorvada, señora de sus soledades, amiga de hojas impresas. Se dejo marchitar como una margarita aplastada por el peso de la sabiduría, entre volúmenes de la Enciclopedia Británica. Todo por un afán, una búsqueda que, azarosamente, había empezado mucho antes de lo que creía.
Fue una primavera temprana. Tendría unos diez u once años. Por aquel entonces estaba obsesionada con los prospectos farmaceúticos. Posología, Interacciones, indicaciones, efectos secundarios. Eso era, Efectos Secundarios. ¿Por qué lo que nos cura también nos puede matar? No, solo era química. La lectura calmaba su alma, no había nada malo en ello. Se convenció, pero no lo olvidó.Sabía que su pasión tendría un precio. Solo era cuestión de tiempo conocerlo.

Continuará

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Quería decirte que...