jueves, 15 de septiembre de 2011

Almizcle

Misterioso perfume llegado de oriente a lomos de un ciervo enamorado. Bañas mi piel de sueños velados. Me sumerges en versos encadenados. 
De niña cazaba señoras enjoyadas, a su paso una estela dejaban. Me preguntaba cuál sería su misterio, guardado en caja de terciopelo. Frasco de botón de nácar, borla de talco untada. 
Cuando los besos llegaron, muchachos al cuello amarrados. Siguiendo un perfume misterioso, sabían de mis pasos ansiosos. Mujer por su aroma será, mis manos su cuerpo moldearán.
Y en un estante preciado, atesoro botecitos robados. De oriente a la China, en farmacia, droguería, perfumería. Sabrás que son míos porque contienen mi esencia, el enigma de mi presencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Quería decirte que...